jueves, 25 de febrero de 2016

TUITER, AGRESIVIDAD Y CONFLICTOS

Recientemente leía un artículo de Pere Huguet sobre Tuiter con el que no podía evitar recordar mis inicios en esa red social. El artículo contraponía lo que era Tuiter hace cinco años con lo que parece ahora. En el mismo sentido alguna otra conversación con Tomas Ariñez y Rubén Vázquez dos amigos a los que conocí precisamente a través de Tuiter y que cuando nos encontramos a comer o a tomar gin tónics nos gusta hablar sobre este tipo de cosas. Uno parece un poco abuelo cebolleta pero es cierto que la red actual se parece poco a aquella. Actualmente hay poco debate, poco aporte intelectual y de ingenio. Pere huguet hablaba de la diferencia abismal en número de usuarios. Para mi también ha influido su progresiva feisbukizacion: imágenes, me gustas y ahora gifs. Se acabo exprimir (esgrimir que diría Ana Obregón) las neuronas para expresar una idea en 140 caracteres. Bienvenidos al simplismo, el humo y el autobombo sin medida.

Hay excepciones claro, pero no se sí es por mal uso por mi parte o porque la mayoría lo usan de una manera que poco me gusta, me cuesta encontrar perfiles y cuentas interesantes: que aporten, con las que se pueda aprender, que interactúan.

Tuiter se esta convirtiendo en un inmenso patio de colegio, con muchos patios de colegios más pequeñitos. Grupos excluyentes buscando la diferencia y la exclusión. Y siendo hostiles con lo diferente y lo distinto a uno. Y siendo un patio inmenso también lo es la masa. La masa entendida como amalgama de personas en las que encuentran refugio las acciones cobardes. Algo que refleja con gran fidelidad y desde hace años la cuenta @masaenfurecida.

De mi infancia y no tan infancia recuerdo a Gila, para mi gusto uno de los mejores humoristas que ha habido nunca. Hoy reflexionaba sobre que pensaría Gila de las redes sociales, como las utilizaría para su humor. Seguro que las diseccionaba con su habitual precisión. Y recuerdo cuando contaba que yendo por la calle se encontró a cuatro tipos pegando a uno y decía me meto o no me meto, al final me metí y entre los cinco le pegamos una paliza ...

Reflexionaba sobre como se descarga la agresividad en redes sociales y el otro día hablaba sobre ello con una psicóloga amiga. Yo pensaba que la descarga podía ser positiva en tanto en cuanto no se descargaba de otro modo, pensaba que mejor a través de una red social. Mi amiga me saco de mi error. Lo que hay que hacer es tener una buena gestión emocional para no descargar agresividad. Y posteriormente he caído en la cuenta de como personas que conozco han vivido muy mal la agresividad que han percibido contra ellas en redes sociales.

Y es que en redes sociales es muy fácil encontrar a cuatro golpeando a alguien y sumarte cobardemente a ello. Es muy fácil sumarse a la masa donde poder sacar ese comportamiento que individualmente no sacarían y golpear con saña y sin empatía alguna.

Ayer mismo leía a un cobarde que hacia graves acusaciones ad hominem en su blog sin tener el coraje de mencionar individualmente sobre quien vertía dichas acusaciones haciéndolo sobre la pluralidad de un colectivo. Seguro que se acostó muy orgulloso tras tuitear reiteradamente la entrada de su blog buscando la mayor repercusión posible. El típico perfil que nunca dirá las cosas a a la cara salvo que se sienta participe de la masa.

Quizás actualmente las redes sociales evidencien más que nunca la necesidad de ese aprendizaje a saber gestionar correctamente las emociones. Quizás estén evolucionando hacia algo que obliguen a cambiar el nombre por ser cada vez menos "sociales"

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