martes, 28 de octubre de 2014

EL DERECHO PENAL NO RESUELVE CONFLICTOS

Es demasiado habitual en determinados procesos penales encontrarse con que la motivación de inicio del mismo no ha sido como tal voluntad expresa de persecución y sanción de un comportamiento delictivo, sino la resolución de un conflicto.

El otro día tras la celebración de las jornadas sobre delincuencia económica en las que participé como organizador con otro compañero, comentabamos informalmente la preocupación por el incremento de este tipo de procedimientos buscando una solución penal alternativa a otra manera de afrontar judicialmente el conflicto como es su orden natural, el civil o en la especialización del juzgado mercantil. Nada nuevo, pues la denominada querella catalana, aquella que busca satisfacer una pretensión civil mediante la presión de un procedimiento penal es utilizada desde siempre, se puede decir. Aunque quizás se haya producido un incremento de estas cuestiones en estos últimos años, sobre todo después de la implantación de las aberrantes tasas judiciales.



No es solo el ámbito económico. Es especialmente sangrante en el caso de conflictos de carácter familiar, de difícil resolución y afrontamiento, como es aquel de padres superados por hijos adolescentes conflictivos. A veces se acude al sistema penal con la esperanza de generar una intervención de la administración y que de esta manera se solucione el problema, pero ni las medidas cautelares de no acercamiento y comunicación (vulgarmente conocidas como ordenes de alejamiento) resuelven nada por si solas, ni la maquinaria procesal penal tiene intención de resolver conflicto alguno, sino sancionar una concreta conducta. Sancionada, el problema de base continuará allí.

En estas 24 horas de guardia con menores he tenido ocasión de poder contrastar con varios profesionales de las fuerzas y cuerpos de seguridad esta sensación, de pertenencia a un engranaje que no va a satisfacer los intereses del denunciante, muy seguramente pensando que dicho engranaje debería ir dirigido a conductas especialmente graves, como son las que se relación con la corrupción. Pero no es solo hoy, recuerdo otras ocasiones en que alguien acaba detenido porque llamó a la policía "para mediar" y como muchas personas creen que el procedimiento penal es dispositivo, es decir, que pueden pararlo cuando quieran.

En momentos como esos se evidencia como el sistema procesal difícilmente arroja resultados satisfactorios y es cuando más evidente se hace tanto la necesidad de incorporar mejoras al mismo, como de apostar por sistemas alternativos de resolución de conflictos.

jueves, 16 de octubre de 2014

A LA LABOR DE LA BRIGADA TUITERA

Ya en otras ocasiones en este blog escribí entradas sobre acciones realizadas contra las tasas judiciales y otras reformas. Así en su día cuando se preparó la primera consecución de un trending topic en tuiter al respecto y luego comenté qué de positivo tenía este hecho. Con posterioridad, la ya muy conocida brigada tuitera ha realizado otras acciones semejantes, la de mayor impacto ayer noche. En aproximadamente 10 minutos se consiguó trending topic con #DerogaTasasYa. En mi opinión lo más importante fue que:

* durante el día y previamente a la acción diversos medios de comunicación ya se hacían eco de la misma. 

* la importante cantidad de cuentas que intervinieron. Durante esos 10 minutos fueron 2357 cuentas, lo que supone que fueron muchas más pues el trending topic se mantuvo durante horas.

* que ya no podemos decir que sea un movimiento exclusivo de juristas. Se han involucrado no juristas de todo tipo, especialmente periodistas.



Frente a quien aprecia un exceso o reiteración en estas acciones, en los días previos comentaba con varios tuiteros que discrepaban conmigo de lo que voy a decir, que en mi opinión si actualmente, casi dos años después de su implantación las tasas judiciales no se han normalizado y siguen siendo noticia y están en el debate político (como ha ocurrido recientemente) es precisamente por la labor de este colectivo, grupo o amalgama de juristas que están constantemente difundiendo un mensaje en contra de ellas. Esa es la gran labor de la brigada tuitera. Seguir haciendo presentes las injusticias que generan las tasas judiciales y gracias a ellos siguen siendo algo incómodo para el gobierno.

El reto ahora es extender la labor realizada en las redes sociales a otros ámbitos de comunicación. ya se están dando esos pasos y así la brigada tuitera ya ha estado realizando reuniones con partidos políticos en los cuales se les expone nuestro planteamiento ante las reformas realizadas en justicia, no solo en relación con las tasas judiciales. Esa labor ha de ser continuada con otras acciones de comunicación y reivindicación no exclusivas de las redes sociales. Aún así, puedo afirmar sin exagerar que el éxito en redes sociales es mayúsculo.

Pueden existir ciertas reticencias en la abogacía institucional ante este tipo de acciones. Es normal y se estudia en la cultura de las organizaciones la resistencia al cambio o que pueda dar cierto "miedo" ver la capacidad auto organizativa de los abogados, como se puede ver en estos tiempos en otros movimientos sociales y como sistemas tradicionales de representación están en crisis (partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales) mientras que la ciudadanía organizada se moviliza, acciona y consigue resultados efectivos (como ejemplo 15m para rato) y como esto es visto con recelo y miedo por lo "institucionalizado". Por eso no está de más recordar que la labor de la brigada tuitera es distinta y complementaria a la que pueda realizar la abogacía institucional.

Se reprocha a la misma dos cosas, una cierta utilización de lenguaje belicista y que no hayan dado un tiempo de cortesía al nuevo ministro de Justicia Catala Polo. Respecto a la primera crítica el lenguaje, etc. obedece a lo que se conoce como Gamificación, unas técnicas que favorecen e incrementan la participación (los más de 5000 juristas y no juristas que portan la #T) dan clave de su éxito. Respecto a la segunda cuestión, quienes critican que no se de tiempo al nuevo ministro no se dan cuenta que esto es una guerra contra quienes están desmantelando la justicia y eliminando derechos de los ciudadanos. Y en una guerra, aun cuando cambie el estado mayor contrario, no se da tregua alguna, pues se continua en guerra. Nada se puede esperar del nuevo ministro que no haya dicho ya y si su intención fuera derogar las tasas ya lo habría dicho.



Así que aquí va mi enhorabuena para la brigada tuitera con este particular homenaje. Es un honor cargar con ellos.

Aquí pueden leer una noticia sobre el hecho de anoche. 

Y aquí el enlace a la página web de la brigada tuitera, para quien todavía no la conozca :)